Fundación San Blas

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INFORMACIÓN PARA PADRES DE NIÑOS CON CARDIOPATIAS CONGENITAS

¿Qué es una cardiopatía congénita?

Es una afección del corazón que está presente desde el nacimiento. Alrededor de 1-2 de cada 100 recién nacidos vivos puede ser portador de cardiopatía congénita.

Algunas cardiopatías congénitas pueden ser detectadas incluso antes del nacimiento por medio de la ecocardiografía fetal.

¿Por qué es importante realizar el diagnóstico de cardiopatía congénita?

Estas afecciones cardiacas, según su gravedad, pueden comprometer de forma variable la salud de su niño. Las cardiopatías congénitas de mayor gravedad pueden incluso comprometer la vida del niño después del nacimiento si éste no recibe tratamiento inmediato.

Por esta razón resulta de suma importancia realizar un diagnóstico precoz, en algunos casos antes del nacimiento, de manera que el recién nacido pueda ser direccionado a centros de alta complejidad donde pueda recibir un tratamiento adecuado.

¿Qué síntomas puede presentar un niño con cardiopatía congénita?

Los síntomas dependen de la afección. Pueden estar presentes desde el nacimiento o aparecer poco tiempo después. Algunas cardiopatías pueden no causar ningún síntoma.

Algunos de los signos y síntomas que deben llamar la atención son:

  • Coloración azulada de la piel
  • Respiración rápida
  • Dificultad para la alimentación
  • Sudoración excesiva
  • Dificultad para ganar peso
  • Problemas respiratorios frecuentes
  • Presencia de soplo.

¿Existe algún tratamiento para los niños con cardiopatía congénita?

En la actualidad, la mayoría de estas cardiopatías se trata con cirugía y/o cateterismo incluso en niños muy pequeños. Cuando el niño presenta una cardiopatía grave que compromete la vida debe ser sometido a cirugía pocas horas o días después del nacimiento.

Los niños con cardiopatía pueden requerir en ciertos casos de medicación para mejorar el estado general antes de la cirugía. Estos niños además requieren de un manejo multidisciplinar (nutricionistas, psicólogos, odontólogos)

CARDIOPATÍA CONGÉNITA

Definición

Es un problema cardíaco que se presentó en el corazón del bebé durante el embarazo, antes de nacer. Se refiere a Es un problema cardíaco que se presentó en el corazón del bebé durante el embarazo, antes de nacer. Se refiere a problemas con la estructura y función cardíaca debido a un desarrollo anormal del corazón antes del nacimiento.

Los defectos congénitos de corazón son los defectos de nacimiento más comunes.

Los defectos congénitos de corazón se producen durante las primeras ocho semanas de gestación, cruciales en el desarrollo del bebé. A menudo, estos defectos son el resultado de que una de estas etapas esenciales no suceda en el momento adecuado, dejando, por ejemplo, un orificio donde se debería haber formado un tabique divisorio, o un único vaso sanguíneo donde debería haber dos.

Causas

Se desconoce la causa de la mayoría de los defectos cardíacos congénitos.

Algunos problemas cardíacos ocurren con mayor frecuencia en ciertas familias, por lo que podría existir un vínculo genético para algunos defectos del corazón. Se conoce también la asociación de algunos síndromes genéticos, como el Síndrome de Down, con defectos del corazón. Es probable que se susciten algunas cardiopatías si la madre tuvo una enfermedad durante el embarazo o tomó medicamentos. Sin embargo, la mayoría de las veces no es posible identificar la razón del defecto.

Malformaciones cardiacas más frecuentes

  • Comunicación interauricular (CIA)
  • Comunicación interventricular (CIV)
  • Canal aurículo-ventricular (Canal AV)
  • Transposición de grandes vasos (TGV)
  • Drenaje venoso pulmonar total anómalo (DVPTA)
  • Truncus arterioso
  • Ductus arterioso persistente
  • Doble salida de ventrículo derecho z
  • Coartación de aorta (CoA)
  • Estenosis aórtica (EAo)
  • Estenosis pulmonar (EP)
  • Ventrículo izquierdo hipoplásico
  • Tetralogía de Fallot

EL SOPLO

Un soplo, en sí mismo, no es una enfermedad, sino tan sólo un sonido.

Cuando el corazón bombea sangre, a veces produce vibraciones que se pueden oír a través de un estetoscopio

como un ruido o murmullo. No todos los soplos son signos de una cardiopatía, de hecho muchos de los soplos no indican la presencia de ningún problema cardíaco. A veces, el pediatra podrá determinar sólo escuchando con el estetoscopio si el soplo es o no un signo de cardiopatía. En otros casos, será preciso hacer pruebas complementarias – como radiografías, electrocardiogramas (ECG), o ecocardiogramas para ayudar a determinar la naturaleza exacta de un soplo en particular.

Tratamiento

A pesar de que muchos niños con formas leves de cardiopatías congénitas no requieren ningún tratamiento, otros pueden presentar síntomas graves en forma precoz luego del nacimiento. Estos niños requerirán tratamiento médico o quirúrgico al nacimiento o durante el primer año de vida.

Uno de estos síntomas puede ser la dificultad para respirar debida a la congestión pulmonar, como consecuencia de un flujo excesivo de sangre hacia los pulmones a través de orificios o comunicaciones anormales presentes en el corazón, como ocurre en la comunicación interventricular, la comunicación interauricular, el canal aurículoventricular y el conducto arterial persistente.

La dificultad para respirar que tienen estos bebés puede interferir con su alimentación, impidiendo que ganen peso adecuadamente.

Estos bebés pueden requerir tratamiento farmacológico o procedimientos quirúrgicos incluso durante las primeras semanas de vida.

En otros casos, como por ejemplo en la Tetralogía de Fallot, en que existe una obstrucción al pasaje de la sangre hacia los pulmones dificultando su oxigenación adecuada los niños presentan coloración azulada de la piel. Estos niños deben ser sometidos a corrección quirúrgica en forma precoz.

Los avances en el diagnóstico y tratamiento de las cardiopatías congénitas en la infancia han permitido que los niños que sufren esta patología tengan una infancia sana y feliz. Actualmente, si reciben un tratamiento adecuado, más del 85 por ciento de los que nacieron con cardiopatías congénitas sobreviven hasta la vida adulta.